martes, 9 de abril de 2013

Todo cambia

Ojalá todo fuera más fácil, ojalá no existiera el miedo, el miedo a enamorarnos, a confesar lo que sentimos por alguien, el miedo a perder una gran amistad, ojalá pudiéramos volver a la infancia donde no había problemas ni comeduras de cabeza, donde todos eramos grandes amigos y no conocidos, donde no sabíamos que era eso del amor, eso de que tanto tu felicidad como tus lágrimas dependan de una única persona, la infancia, esa etapa de nuestra vida en la que las únicas confusiones que teníamos era la de si escoger el helado de chocolate o el de fresa. Pero el tiempo pasa y las cosas cambian, y ya han cambiado.

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